Los conciertos del año
Cuando la música cobra vida
Alicia y Francisco Bello Basilio
Hace unos quince años era impensable que músicos de primer mundo y en su mejor momento visitaran nuestro país y que sus giras incluyeran casi siempre una parada en México, afortunadamente ahora es tan común, que a veces hasta en la misma semana varios artístas se presentan en distintos foros de la ciudad y del país, y este año a punto de terminar no fue la excepción.
Uno de los primeros conciertos del año fue el de Sparta –grupo texano conformado por ex-integrantes de at the drive-in- quienes dieron un íntimo y largo concierto en el Circo Volador ante unos trescientos afortunados que presenciamos lo mejor de su repertorio. El 24 de abril, en el Salón 21 se presentaron The Misfits (Jerry Only, Marky Ramone y Dez Cadena) y durante casi dos horas de punk en vivo, ejecutaron canciones de sus grupos anteriores (Misfits, Ramones y Black Flag) para el beneplácito de los asistentes quienes no pararon de cantar y brincar en un nostálgico concierto para los ahí reunidos que revivió los mejores momentos de los punks que tocaron.
Recién desembarcados de La Habana, después de convertirse en el primer grupo de rock estadounidense en tocar ahí, Audioslave se presento en el Palacio de los Deportes el 10 de mayo, y después de la amenaza de cancelación por los problemas en la garganta del vocalista Chris Cornell, el grupo brindó una actuación muy consistente, con canciones de sus dos discos, así como covers de Soundgarden y de Rage Against The Machine, mismos que pusieron un toque emotivo y nostálgico al mismo tiempo, sobretodo cuando Chris Cornell tocó “Black Hole Sun” acompañado solo por una guitarra acústica y cuando todo el grupo interpretó “Killing In The Name” para cerrar el show.
Con la nueva ola de musical regresaron los White Stripes para consolidarse como el grupo de calidad que nadie conocía pero con “Elephant” lograron hacerse de muchos fans quienes ahora se interesaron por su antiguo trabajo. Así, pocos seguidores viejos y muchos más nuevos se encargaron de llenar la pista del Palacio de los Deportes en lo que se convirtió en un interesante concierto. Jack White se encargó de demostrar sus dones “guitarrísticos” y sorprendió a propios y extraños al dar una muestra del nuevo virtuosismo que promete convertirse (de seguir por ese camino) en una figura de la guitarra, Meg White simplemente lo acompañó como fiel hermana. Las canciones que todos esperaban incluyeron los éxitos del LP anterior en el que no pudieron faltar “Seven Nation Army”, “Hypnotize” y “The Hardest Button to Button” que acompañaron las ya clásicas “Hotel Yorba” y “Feel in Love with a Girl”.
En su tercera visita a México, Garbage refrendó la aceptación de sus fans mexicanos. A pesar de estar promocionando su última producción “Bleed like Me”, la banda lidereada por la impactante Shirley Manson no dejó de consentir a su público con “Queer”, “Stupid Girl”, “I’m Only Happy when it Rains”, “Special” y “When I Grow Up” que se mezclaron perfectamente con el nuevo material sin ningún contraste, sin dejar de lado el estilo característico de la banda que sin problemas ejecutó una presentación impecable. La energía de Manson se fundía con el protagonismo de Butch Vig y al fin y al cabo confluyeron en el estilo inigualable de la banda.
En el mes de septiembre tuvo lugar la actuación de Weezer, quienes ante un Palacio de los Deportes a medio llenar dieron uno de los mejores conciertos del año, acompañados por una escenografía vistosa, que incluía una “W” iluminada, el cuarteto dio un recorrido a lo largo de sus temas más famosos como “Buddy Holly”, “Hash Pipe”, “Undone” y varios más, e incluso tocaron un cover de los Foo Fighters (“Big Me”) para el delirio de los ahí reunidos, en un muy buen concierto que incluyó –entre otras cosas- al vocalista Rivers Cuomo tocar el concierto completo enfundado en la playera de la selección nacional de fútbol y la participación de dos fans del público, quienes ayudaron al grupo a tocar una canción.
A pesar de que Interpol se consideraba una banda no muy popular, su primera y casi inesperada visita a México demostró lo opuesto. Con dos fechas anunciadas en el World Trade Center (pues no se esperaba una gran afluencia de seguidores, la banda neoyorkina agotó los boletos en menos de dos horas para ambas presentaciones. Ya cuando todo estaba listo para su primera actuación, los cimientos del centro de negocios de la colonia Nápoles no lo estuvieron del todo. La adrenalina de miles de fanáticos fue suficiente para cimbrar las bases del enorme edificio por lo que se tuvo que posponer la segunda fecha, ahora en el domo de cobre, para no faltar a la costumbre. Los boletos restantes se vendieron nuevamente como pan caliente. En un Palacio de los Deportes repleto, Interpol dio su segundo concierto para saciar las ansias de muchos fans que pensaron no verlos cuando se acabaron las primeras entradas. A pesar de entusiasmo, el estilo del grupo no funcionó para un concierto masivo, o al menos eso se podía percibir, ya que la intimidad de la melancolía se perdía entre tantas almas que se convirtieron en un falso deseo de escuchar a una muy buena banda por oír a la banda de moda. La ejecución no fue del todo perfecta, pues aún demuestran ser un grupo joven sin la experiencia de los grandes que ante la perplejidad del vasto público asistente parecían principiantes, eso sí, sin dejar de dar su mejor esfuerzo. “Evil”, “NYC”, “Say Hello to Angels”, “Obstacle 1 y 2”, “Leif Eriksson” y “Slow Hands” sobresalieron del repertorio completo de sus dos LP.
Dos de los últimos conciertos del año fueron tal vez los mejores cuando las bandas de Seattle, Mudhoney y Pearl Jam se presentaron juntos los días 9 y 10 de diciembre en el Palacio de los Deportes, ante dos llenos totales, los dos grupos dieron muestras de lo que los llevo a ser figuras centrales dentro de la explosión de la llamada “música alternativa” de la década pasada, y de paso confirmaron que no viven de los recuerdos y siguen siendo muy buenas bandas, incluso mejores a lo que eran hace algunos años.
Menos conocidos, pero igual de buenos que Pearl Jam, Mudhoney se presentó ante un público que si bien no iba en su totalidad a verlos a ellos, al final de sus actuaciones se ganaron la aprobación y respeto de los asistentes, quienes seguramente después de lo que presenciaron se fueron con una muy buena opinión de ellos. Y de Pearl Jam no hay mucho que agregar a lo que ya se sabía, un grupo maduro e integrado por músicos de primer orden quienes hicieron gala de su clase y experiencia como grupo para hacer vibrar a los asistentes a los dos conciertos y el público a su vez les retribuyó cantando todas las canciones y haciendo que el grupo se emocionara igual o más que la audiencia, como cuando en el primer concierto el vocalista Eddie Vedder casi llora al ver todos los encendedores del público prender y apagar al mismo tiempo o cuando del público llegaron al escenario playeras de la selección de fútbol con los nombres de los integrantes del grupo y estos después de la sorpresa inicial se las pusieron para desatar la locura de los asistentes.
Un año más que se vió musicalizado por varios grupos y estilos, y lo mejor es que ya nos empezamos a saborear con los del año entrante, entre los que ya se encuentran confirmados los Rolling Stones, Depeche Mode y U2 entre otros que esperemos no dejen de venir a deleitarnos con sus actuaciones.
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