Columna política y escritos varios/música

9.27.2005

El País de las Maravillas

Por buen camino
El PRI se queda en Coahuila. En unos comicios ejemplares, Humberto Moreira Valdés arrasó con casi el 60 por ciento de los sufragios dejando sin lugar a dudas que el tricolor tiene bien “agarrado” el poder en Coahuila, a pesar de los berrinches de un PAN que no acepta su contundente derrota. Además de la evidente ventaja obtenida por los priístas, la instalación de las urnas electrónicas le añadió muchos puntos buenos al ejercicio democrático, coronado con la casi nula denuncia de irregularidades. Quizá lo único que sea motivo de preocupación, sean las renuncias de 63 presidentes de casilla en víspera de las elecciones. ¿Habrá sido por mera desidia o de plano hay algo de fondo? Con todo y esto, el PRI sigue sumando triunfos que le ayudan a ganar terreno hacia 2006, pues además de retener la gubernatura recuperó diez municipios.

El que nada debe
Para variar y muy al contrario de lo que predica, Sergio Estrada Cajigal no hace más que demostrar a cada oportunidad que sí tiene mucho qué esconder. Para su Quinto Informe de Gobierno decidió, unas horas antes del evento, no darle lectura, dejar plantados a los diputados y mandar en su representación al secretario de Gobierno, Jesús Giles Sánchez. Todo con el pretexto de que podría ser agredido y tal vez no tuviera buenos argumentos para defenderse. O tal vez lo que realmente quería era que nadie lo cuestionara y con sui maniobra logró que quedaran canceladas todas las réplicas.

La pipa de la paz
Finalmente y después de tantos dimes y diretes, Héctor Astudillo Flores ya se puso a disposición de Zeferino Torreblanca Galindo. Ambos entendieron que los viejos pleitos ya quedaron muy atrás y que ni a uno ni a otro le conviene seguir con las descalificaciones. Y es que hablando se entiende la gente, pues luego de la propuesta del Gobernador, el “dirigente especial” del PRI se puso a sus órdenes. No hay duda de la rivalidad entre ambos, pero hasta que la prudencia pudo más, entendieron que en la política no se llega a ningún lado sin acuerdos y esos difícilmente se logran cuando se permite que las diferencias son mayores que los interese en común.